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Tras la pandemia, hemos adaptado nuestra actividad a las medidas de seguridad. Aun con los cambios, continuamos reforzando nuestra misión: estar cerca de las familias y acompañarlas en sus procesos de vida.
La nueva normalidad es cambiante e incierta, pero la confianza que las familias depositan en el equipo nos anima a generar nuevas estrategias para seguir estando cerca de ellas. Nos encontramos con diferentes desafíos, pero gracias a la flexibilidad de los voluntarios y de la voluntad que tenemos de cuidarnos entre todas, podemos seguir con nuestra misión: permanecer al lado de las familias. Es por eso que las visitas no paran.
¿Cuáles son los retos?
Este año ha traído desafíos para todos los sectores de la población. El aislamiento, el miedo e incluso los contagios son factores que han afectado a la ciudadanía y también a las familias que acompañamos.
Además, este colectivo ha visto agravadas dos situaciones en particular: la inestabilidad en la vivienda, ya que a partir de julio se reactivaron los desalojos que habían sido paralizados durante la pandemia y la brecha digital, puesto que la mayoría de los niños tuvo dificultades para seguir las actividades escolares debido a la falta de recursos necesarios.
Ante esta situación, hijos y padres expresan la utilidad de tener cerca al equipo. Cristina, por ejemplo, nos dice que a su hijo le vienen muy bien los refuerzos y que los sigue necesitando. Las familias en proceso de desalojo también aprecian que las apoyemos a encontrar recursos en este proceso tan complicado.
En definitiva, nuestra mayor fortaleza es la cercanía y para mantenerla, ideamos un protocolo para seguir acompañando con todas las medidas de seguridad.
Protocolo de cuidados ante el covid
Lo primero es la seguridad y creemos que acompañar no tiene por qué ponerla en riesgo. Por eso, tomamos las siguientes precauciones:
Mascarillas FFP2. Se entregan a todos los voluntarios y se pide a los miembros de la familia que, además, lleven mascarilla quirúrgica durante las visitas.
Reducimos actividades grupales. Si bien mantenemos las visitas a familias, suspendemos las actividades en las que se reúnen niños de distintas familias.
Visitas con aviso. Nuestro marco de acción está centrado en las visitas. Antes de hacerlas, nos aseguramos por teléfono que los miembros no estén en cuarentena ni ninguno haya tenido síntomas.
Formación en línea. Aunque tenemos muchas ganas de vernos, estamos priorizando las reuniones telemáticas. Así mismo, apoyamos a los miembros de las familias a seguir formaciones online. Cuando ha sido necesario, les prestamos material para llevarlas a cabo.
Nada de esto sería posible sin la flexibilidad del voluntariado. Nuestro valioso equipo ha comprendido y respondido a los muchos cambios de programación del año. A pesar de que una de las actividades de referencia para muchos de ellos era el esplai, que ahora han quedado en espera de momentos más favorables, siguen mostrando una enorme disposición para seguir acompañando a las familias visitándolas en sus naves, solares o pisos.
Nuestras actividades se ajustan a los nuevos escenarios. Hay mucha incerteza en el ambiente pero nosotras seguimos en marcha, apoyando, estando cerca… siendo amigos.