Caminar por el bosque, subir en una carretilla tirada por caballos, cabalgar, viajar en autocar, no tener que lavar los platos por un día…
Cuando vives en situación de pobreza, el día a día no te permite hacer nada de eso y poder hacerlo significa una gran alegría y romper con el contexto cotidiano.
La salida familiar que organizamos hace unos días pretendía precisamente eso: pasarlo bien, compartir pequeños y grandes, reír, dejar atrás la rutina, descubrir nuevas actividades.
Doce familias y 10 voluntarios -en total una cincuentena de personas – vamos a pasar el día en Olot, disfrutando de las actividades que ofrece la naturaleza.
Doce familias y 10 voluntarios -en total una cincuentena de personas – vamos a pasar el día en Olot, disfrutando de las actividades que ofrece la naturaleza.